lunes, 3 de diciembre de 2018

JESUS Y EL DIVORCIO MATEO 5:31-32


JESUS Y EL DIVORCIO MATEO 5:31-32



El divorcio es el rompimiento del diseño divino del matrimonio, representa una traición ante Dios, sea cual sea la situación por la que ocurra un divorcio en una pareja es por la dureza del corazón del hombre, porque el matrimonio es la unión sagrada del hombre y de la mujer para toda la vida y que nada ni nadie la pueda romper. Como nos declara Mateo 19:6. Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.

Esta ruptura se opone a los planes de Dios por lo cual no debe ser una opción cuando haya problemas de cualquier índole en parejas. Perdonar, restaurar, reconciliación deben ser las primeras opciones.

Jesús nos habla de que solo cuando exista la infidelidad puede haber divorcio, debemos tomar con pinzas esta parte ya que debes considerar los factores que te llevaron a ser traicionado, el infiel tiene ya su recompensa, pero el traicionado debe meditar en que fallo porque un divorcio se provoca por el error de dos y no de uno.

La palabra repudiar significa despedir o rechazar; Dios castiga el desechar a una mujer por cualquier causa injustificada ya que quedarían expuestos a la maldad de satanás en disponerlos a ambos al adulterio, ósea ambos estarían en doble pecado el del divorcio y del adulterio.

todo esto con el tiempo se ha corrompido, usan deliberadamente el divorcio como si fuera cualquier cosa, el orgullo del hombre es tan grande que no piensan en oportunidades, ni en restauración, se han vuelto tan egoístas que solo piensan en su propio bienestar llenándose de excusas y buscando culpables para librarse y según tener libertad para volver a empezar sin saber que toda decisión tiene sus consecuencias y que Dios no dejara sin castigo todo acto de mal corazón, también para evitar el divorcio viven en parejas sin casarse ignorando que viven en fornicación y por consiguiente viven en pecado. Recordemos lo que nos dice Galatas 6:7  No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

Lamentablemente en la actualidad existen más divorcios que matrimonios y estos son consecuencias por muchos factores como: la inmadurez de las parejas al casarse muy jóvenes, el querer seguir siendo independiente en el matrimonio y que solo buscan sus complacencias y no el de la familia llevándolos a ser egoístas, el feminismo donde la mujer se cree autosuficiente y no quiere someterse a su esposo que es la cabeza del hogar ignorando que Dios constituyo a la mujer como la edificadora del hogar, es decir la responsable de su hogar, y así  muchos factores más que  están destruyendo la figura del matrimonio.


Dios no aprueba el divorcio él lo condena como un pecado grave así lo declara Malaquias 2:16 ¡Pues yo odio el divorcio! dice el Señor, Dios de Israel. Divorciarte de tu esposa es abrumarla de crueldad dice el Señor de los Ejércitos Celestiales Por eso guarda tu corazón; y no le seas infiel a tu esposa.

así como Dios ha perdonado nuestra infidelidad, cada matrimonio debería estar dispuesto a perdonar y buscar el reconcilio. Dios nos dejó su palabra para instruirnos y así tener una vida feliz y exitosa en nuestro hogar, él nos advierte de los peligros que vienen a través del divorcio, pidámosle a Dios que nos llene de amor, paciencia, perdón, perseverancia y sabiduría para saber lo que es correcto y que nos de fuerza para enfrentar todo obstáculo recuerda que un matrimonio feliz y solido es de 3 Dios-hombre y mujer, el secreto está en poner a Dios en primer lugar en nuestros matrimonios y así evitaremos el gran pecado del divorcio.




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