Las palabras de Jesús, “todavía un poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al padre.” Causó muchas interrogantes dentro de sí, en los discípulos porque no le comprendían pero el Señor se refería a su muerte, para la cual solo faltaban unas horas y tres días para su resurrección. La tristeza constituye una de las emociones básicas del ser humano, ya que denota aflicción, pena y dolor; esto era lo que sentían los discípulos en sus corazones al saber que Cristo ya no estaría junto a ellos.
El mundo se regocijaba mientras los discípulos lloraban, pero ellos confiaban que lo volverían a ver y se regocijarían. Los valores del mundo a menudo se oponen a la moral de Dios; esto provoca que los hijos de Dios renuncien a las cosas temporales que el mundo les ofrece y amen a Dios más que a todas las cosas, teniendo presente lo escrito por Juan: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 juan 2:15-17).
Así mismo Jesús orando dijo al padre: “Ellos no son del mundo, como tampoco lo soy yo. Santifícalos en la verdad; tu palabra es la verdad.” (Juan 17:16-17) porque él conoció nuestras debilidades y supo que solo en su presencia podemos rechazar las tentaciones de satanás. En otro apartado bíblico Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.” Se refería a los terremotos, hambre, escases, guerras entre otras señales que sucederían antes de su venida; tales cosas están sucediendo, y nos advierten de que su venida se acerca, por tanto debemos tomar esta confortante palabra de nuestro Señor Jesucristo, para creer y vivir gozosos esperando su venida.
El amor del Padre con Jesús es uno solo y nos da el gozo y la paz que necesitamos para no desmayar y mantenernos firmes en la fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios, así como los discípulos creyeron en su venida nosotros también debemos creer en que las tribulaciones que se nos puedan presentar en el diario vivir no se comparan al peso de gloria venidero cuando veamos cara a cara al gran yo soy descender de esa nube para llevarnos habitar en las moradas celestiales que él fue a preparar para todo aquel que en él crea... Hermano “no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza” y nunca olvides que el Dios de esperanza es quién nos llena de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. (Romanos15:13)
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