jueves, 29 de septiembre de 2016


MATEO 10:26-33



Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas. Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. ¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos. A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.



Este evangelio nos habla de que somos llamados a buscar a Dios con todas nuestras fuerzas y no debemos temer a nada ni a nadie, porque El tiene el poder sobre la vida y la muerte, El es el que gobierna nuestras vidas y cuida de sus hijos aun en sus mas pequeños detalles, temamos a Dios y no al hombre; confesemos y reconozcamos a Cristo en todo momento y en todo lugar, porque en la hora del juicio no serenos avergonzados, ya que El es nuestro defensor.



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