SEÑALES ANTES DEL FIN LUCAS 21: 7-24
Jesús no abandonó a sus discípulos sin antes prepararlos para los conflictos de los años futuros. Les informo de que vendrían falsos mesías, desastres naturales y persecuciones, pero al mismo tiempo les aseguró que estaría con ellos para protegerlos y expandir el reino de los cielos a través de ellos. Les prometió que regresaría con gran poder y gloria para salvarlos de la destrucción eterna. Las advertencias y las promesas de Jesús a sus discípulos siguen vigente para todo aquel que hace la voluntad de Dios y espera su venida.
También les advirtió que los que deciden seguirle sufrirían la traición de sus familiares y amigos, sin embargo, aunque nos sintamos por completo abandonados, el Espíritu Santo estará con nosotros, nos confortará, nos protegerá y nos dará las palabras que necesitemos. Esta seguridad nos dará el valor y la esperanza para mantenernos firmes por Cristo en medio de todas las situaciones difíciles que tengamos que enfrentar.
Cuando el pecado entró en el mundo, no sólo afectó al hombre, sino que también tuvo graves efectos sobre toda la creación material, es por ello que los terremotos, hambre y pestilencia tienen relación con el pecado de los hombres, a través de la historia ha habido siempre una tenaz oposición contra los cristianos comprometidos y seguirá siendo así hasta el fin de los tiempos porque la santidad y la verdad de DIOS juzga la desobediencia.
La mayoría de los discípulos soportaron el martirio de la persecución a causa del nombre de Jesús así también los hijos de Dios sufrirán ataques, pero ninguno sufrirá perdida espiritual ni eterna porque, aunque el cuerpo físico deje de existir seremos salvos para una vida eterna.
El tiempo de los gentiles no solo se refiere a las frecuentes destrucciones de Jerusalén sino también a las persecuciones continúas dirigidas al pueblo de Dios en los actuales momentos hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.
No hay nada que el señor no nos haya advertido no sabemos la fecha exacta en la que el hijo del hombre venga, pero si debemos tener en cuenta que aquel que no se halle haciendo la voluntad de nuestro Padre Celestial no podrá ver la gloria de Dios con el regreso de Jesús.
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