Evangelio de Hoy JUEVES 2 de Agosto 2018 REFLEXIÓN Cápsulas Para el Alma

Hola hnos que tengan un Feliz y Bendecido Día de Hoy!!! Les comparto la Oración de la Mañana y la Reflexión del Evangelio del día para hoy JUEVES 2 de Agosto del 2018 en donde la Palabra de Dios nos habla El Paralítico de Betesda, Las Lecturas fueron tomadas del Evangelio de Juan Capitulo 5:1-18

EL PARALÍTICO DE BETESDA – JUAN 5:1-18
Betesda era un estanque en la vecindad de la Puerta de las Ovejas de Jerusalén, con 5 pórticos o salas. En los tiempos de Cristo esos pórticos eran ocupados por muchas personas enfermas que yacían a la espera de un misterioso movimiento del agua producido por un ángel que, sanaba al primero que entraba al agua. Jesús visito este lugar y encontró a un paralítico que padecía esta enfermedad desde hace 38 años, sin dudarlo le pregunto si quería ser sano; por lo que él respondió que hace mucho tiempo esperaba por ese milagro, el Señor miró la predisposición de su corazón por lo que declaró levántate, toma tu lecho y anda; un lecho es un mueble formado por un armazón y un somier que sostienen un colchón y la ropa utilizada para abrigarse, en el que las personas se acuestan para dormir o descansar.
La preocupación de Jesús para sanar a los enfermos que no tenían acceso al templo, era constante, es por ello que el Señor se apartó del templo y se dirigió hacia donde estaban ellos. A los sacerdotes lo único que les importaba eran los beneficios económicos que obtenían de los israelitas que venían a la fiesta, sin embargo, ocultaban su verdadera identidad bajo una túnica de religiosidad externa, estaban totalmente alejados de la verdad y en sus intentos de mostrar más sabiduría, rechazaban al Mesías enviado por Dios.
Para los judíos los días de reposo era prohibido sanar enfermos, pero para Jesús no existían impedimentos para hacer la obra que su Padre le había enviado. La recomendación que Jesús le dio a este hombre de no pecar más, es porque después de haber sido sano, limpio y libre de su enfermedad y se apartaba de Dios pagaria las consecuencias de la desobediencia y estaría expuesto a enfermedades más fuertes que la que tenía. Debemos tener en cuenta lo que declara Jesús en mateo 12:45 “Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero.” Podemos comprender que las enfermedades son espíritus malignos que habitan en nuestro cuerpo haciéndonos sufrir con debilidades físicas para que no creamos en el gran poder que tiene Dios para sanarnos.
A travéz de las llagas de Jesús somos sanos por su sangre somos limpiados, y por su muerte somos perdonados; por ende, la muerte de Jesús nos conduce a la vida eterna y nos permite ser participe de las promesas de Dios en el reino de los cielos, debemos permanecer en la fe y en el primer amor que es en Cristo Jesús Señor Nuestro, para que veamos la gloria de Dios manifiesta en nuestras vidas y no seamos esclavo de ninguna enfermedad y tampoco del pecado.